Ashwagandha, Tesoro de la Medicina Ayurveda
- Silvana Orozco Helfer
- 24 abr 2024
- 3 Min. de lectura

En el vasto universo de las hierbas medicinales, la Ashwaganda ocupa un lugar destacado, especialmente en la tradición ayurvédica. Conocida científicamente como Withania somnifera y popularmente llamada “Cereza de Invierno”, esta planta es más que un simple suplemento; es una fuente de rejuvenecimiento y equilibrio para el cuerpo y la mente.
Características y Usos de la Ashwaganda
La Ashwaganda pertenece a la familia Solanaceae y su uso se centra principalmente en la raíz, aunque ocasionalmente también se utilizan las hojas y frutos. Esta planta es valorada por sus cualidades calentadoras, aunque muy suaves, y posee un sabor que combina notas amargas, astringentes y dulces.
Tradicionalmente, la Ashwaganda se ha utilizado para combatir la debilidad general, el agotamiento nervioso y los problemas asociados con la vejez, como la pérdida de memoria y la debilidad muscular. Además, es conocida por sus beneficios en casos de insomnio, problemas dermatológicos, reumatismo y dificultades respiratorias, entre otros. En términos de aplicaciones externas, se utiliza para tratar desde hemorroides hasta heridas y tiña.
Propiedades Detalladas de la Ashwaganda:
- Acciones: Tónica, rejuvenecedora, nervina, afrodisíaca, astringente, sedante, antiinflamatoria, antioxidante.
- Tejidos Involucrados: Músculo, grasa, hueso, médula, nervio, reproductivo.
- Dosha Efectos: Apacigua Vata y Kapha, pero puede agravar Pitta y Ama en exceso.
- Usos Específicos: Desde debilidad general hasta problemas específicos como parálisis, esclerosis múltiple, problemas de visión, anemia y más.
- Partes Utilizadas: Principalmente raíz, pero también hojas y frutas para aplicaciones específicas.
- Preparación y Dosis: Varía desde cápsulas hasta decocciones en té o leche, con dosis recomendadas de 1-10 gramos por día dependiendo de la condición.
Efectos en los Doshas
En el marco del Ayurveda, cada hierba tiene un impacto específico sobre los doshas —las energías que circulan en el cuerpo y que gobiernan las funciones fisiológicas—. La Ashwaganda es particularmente efectiva en apaciguar los doshas Vata y Kapha, que cuando están desequilibrados, pueden causar desde inquietud y ansiedad hasta letargo y congestión, respectivamente.
Sin embargo, es importante destacar que la Ashwaganda puede agravar Pitta y Ama si se consume en exceso. Ama es el término ayurvédico que se refiere a las toxinas acumuladas en el cuerpo, y Pitta es el dosha relacionado con el fuego y el metabolismo. Por lo tanto, personas con una constitución o desequilibrio predominante de Pitta deben proceder con precaución.
Precauciones y Recomendaciones

Para individuos de constitución Pitta, el uso de Ashwaganda sin el debido equilibrio puede llevar a un incremento de calor interno, exacerbando condiciones como la irritabilidad, inflamación y acidez. En tales casos, es recomendable que la Ashwaganda se combine con otras hierbas de potencia más fría, para contrarrestar sus efectos calentadores y asegurar un tratamiento equilibrado.
La dosis recomendada varía dependiendo de la condición a tratar, pero generalmente se sugiere de 1 a 10 gramos diarios. La forma de administración puede variar desde cápsulas hasta tés o decocciones en leche, esta última especialmente popular en tratamientos prolongados como tónico de vida.
La Ashwaganda no solo es un testimonio del poder curativo de la naturaleza, sino también un ejemplo de cómo el conocimiento ancestral puede ser aplicado en el contexto moderno para mejorar la salud y el bienestar. A medida que la medicina moderna busca soluciones más integrativas y holísticas, plantas como la Ashwaganda destacan como elementos clave en este paradigma emergente de salud holística. Para quienes buscan un camino natural hacia la revitalización, esta hierba ofrece una promesa antigua respaldada por prácticas y estudios científicos contemporáneas.
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